Cosechamos lo que sembramos - mensajes del evangelio de la Palabra de Dios

Cosechamos lo que sembramos Lo que sembramos vamos a cosechar Ten cuidado con lo que está haciendo ¿Cómo lidiar con los celos ¿Cómo lidiar con los celos ¿Qué hacer para protegerse de la envidia de nuestras vidas

9 Y dijo Harbona, uno de los eunucos que servían delante del rey: He aquí, la horca de cincuenta codos de altura que Amán había hecho para Mardoqueo, quien habló en defensa del rey, está en la casa de Amán. Entonces el rey dijo, Colgadlo en ella. 10 porque lo colgaron, en la horca que había preparado para Mardoqueo. Entonces la ira del rey pacificado. - Esther 7:09 a 10

7 No os engañéis, Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. - Gálatas 6:7 al 8

Debemos ser muy cuidadosos con nuestros pensamientos y sentimientos. No hay que llorar o sentir envidia cuando vemos a alguien que vive en este mundo de pecado, y que no anduvo en los caminos del Señor en cualquier área, próspera y con más éxito que nosotros.

No importa lo que otros tienen o no tienen. Tenemos que darnos por satisfechos con todo lo que nuestro Dios y Señor nos ha dado. Nunca debe tener la codicia, la envidia o los celos de alguien o de algo que pertenece a otra persona. Siempre debemos caminar en los caminos rectos y justos en nuestro Creador. Hacer esto siempre será agradable para el corazón de nuestro amable y amoroso Señor Jesucristo.

A menudo nos vemos tentados y acosados ​​por el enemigo de Dios al actuar de esta manera y que. En estos ataques del diablo sugiere pensar mal de alguien, deseamos el mal a alguien o que tienen actitudes que no son correctas en los ojos de nuestro Dios de amor.

La tentación es mucho más constante cuando se trata de nuestros pensamientos y sentimientos. El enemigo de Dios siempre viene a sugerir que pensar mal de alguien, o para pensar mal de cualquier situación.

Cada vez que identificar a este acoso de inmediato, con nuestra fe en el Señor Jesucristo, nos esforzamos diligentemente para no escuchar, y mucho menos no para complacer a los constantes intentos de hacer que el enemigo que viene a caer y el pecado. Siempre tenemos que resistir a los asaltos del maligno. Es tan consciente y orientado en la palabra de nuestro Dios:



7 Someteos, pues, a Dios, resistid al diablo y él huirá de vosotros. Santiago 4:7



Todavía hay personas que no creen en la existencia de la envidia. Por desgracia, la envidia y la codicia existen y son parte de este mundo de pecado. Cada vez que nos damos cuenta de una señal de que estamos siendo atacados y hostigados por otra persona que el enemigo ha conseguido poner los sentimientos en su corazón y destruir el mal que debemos tener cuidado y ser muy cuidadosos.

Del mismo modo debemos tener cuidado y tener cuidado al nacer en nuestros corazones los sentimientos negativos como la codicia, la envidia o los celos. Por lo que sembramos vamos a cosechar. Para que podamos mantener nuestra mejor relación con nuestro Dios y Padre es crucial, no para jugar, incluso en el pensamiento, ninguna de estas malas semillas.

Por desgracia, tal situación puede ocurrir en cualquier lugar. Le puede pasar a nosotros, con un familiar una, con un compañero de trabajo con un vecino, un compañero de clase o incluso a un hermano de la iglesia.

No debemos engañarnos. Nadie está libre de caer en la tentación y atacado por el enemigo de Dios. Todas las personas que no buscan mantener un contacto íntimo con el Señor Jesucristo y las enseñanzas y la orientación de sus palabras son las personas que son muy desprotegido y expuesto a caer en las trampas que el enemigo trata de poner a Dios en sus vidas, sobre todo con respecto a la codicia, la envidia y los celos.

Es por eso que debemos estar siempre en comunión con nuestro Señor Jesucristo y con su Palabra poderosa de la guía y el amor. Engañoso es el corazón y da a la corrupción, por desgracia, siempre se inclina más a las prácticas del pecado de las cosas de nuestro Señor Jesucristo.

Si no lo hacemos llegar cada vez más de las virtudes de santo y sagrado de nuestro Señor Jesucristo siempre será susceptible de caer en las garras del enemigo. Nuestra protección es siempre y será siempre, nuestra fe y comunión diaria con Dios y Padre, el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo de Dios. Esa relación debe ser vivida, tanto en su vida diaria lectura de palabras y el ahorro de gran alcance, pero también a través de la oración.

¿Cómo debemos actuar cuando nos damos cuenta de que están siendo atacados por una situación negativa de la codicia, la envidia o celos? O cuando somos débiles y vacilantes en nuestra fe y de santidad.

Lo que hacemos es rezar, llorar y dar todo en manos de nuestro Señor Jesucristo. Él es quien tiene el poder de hacernos libres y nos protegen de todos los ataques del mal. Oremos:

Mi Dios y mi Padre en el nombre del Señor Jesucristo, me librará de todo mal del acoso y proteger mis ojos, mis pensamientos, mis sentimientos y me deshacerse de todos los dardos y los ataques del diablo. Señor!el maligno.



Amen y Gracias a Dios.