Los que están con nosotros son más que los que están con ellos - los mensajes del evangelio de la Palabra de Dios

Confía en el Señor de los ejércitos No te desesperes Mayor es el que está con nosotros que el que está en el mundo Los que están con nosotros son más que los que están con ellos Dios nunca te abandona No tenga miedo

8 Y el rey de Siria guerra contra Israel, y consultando con sus siervos, dijo: En tal lugar estará mi campamento. 9 Y el varón de Dios envió al rey de Israel: Mira que no pases por tal lugar, porque los sirios van allí. 10 Y el rey de Israel envió a aquel lugar que el varón de Dios le dijo y le advirtió que, y se salvó. Esto ocurrió ni una sola vez, no dos. 11 se turbó por esto el corazón del rey de Siria llamó a sus siervos y les dijo: No me haga que uno de nosotros es el rey de Israel? 12 Y uno de sus siervos: "No es así, mi señor el rey, pero el profeta Eliseo está en Israel, dice el rey de Israel las palabras que tú hablas en tu dormitorio. 13 Y él dijo: Id, y mirad dónde está, para que yo envíe a prenderlo. Y le fue dicho: He aquí, él está en Dotán. 14 Entonces envió el rey allá caballos y carros, y un gran ejército, los cuales vinieron de noche, y sitiaron la ciudad. 15 Y cuando el que servía al varón de Dios se levantó de mañana, para salir, he aquí el ejército que tenía sitiada la ciudad, con caballos y carros. Y el criado le dijo: ¡Ay, mi señor! ¿Qué debemos hacer? 16 Y él respondió: No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos. 17 Y oró Eliseo, y dijo: Señor, que le abra los ojos para ver eso. Y el Señor abrió los ojos de la joven, y vio, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo. 18 Cuando los sirios descendieron a él, Eliseo oró al Señor y le dijo que hieras a esta gente con ceguera, te ruego. Y los hirió con ceguera, conforme a la palabra de Eliseo. 19 Y Eliseo les dijo: Esto no es el camino, ni es esta la ciudad; seguidme, y yo te guiaré al hombre que buscáis. Y él los llevó a Samaria. 20 Y sucedió que, cuando llegaron a Samaria, dijo Eliseo: Jehová, abre los ojos de estos para que puedan ver. El Señor abrió los ojos, y miré, y he aquí que estaban en medio de Samaria. 21 Cuando el rey de Israel los vio, les dijo a Eliseo: hey, te haré daño, padre? 22 Y él dijo: No hematoma; feririas que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Ponerlos a pan y agua para comer y beber, y vuelvan a sus señores. 23 preparado, por lo tanto, una gran fiesta, y comieron y bebieron, los despidió, y volvieron a su señor. Y los sirios se retiraron las tropas para invadir la tierra de Israel. - 2 Reyes 6:08 y 23





¿Cuántas veces en la cara de las tribulaciones, problemas y situaciones difíciles de la vida se nos ha tomado por sorpresa y nos daba miedo, desesperación y un poco hasta el punto de decir en nuestro corazón:

¿Y ahora? Lo que yo hago en la vida?

Vivimos en un mundo que, día tras día, es cada vez más dominado por el pecado y el padre del pecado. Incluso servir al Señor, a menudo nos encontramos rodeados por el mal. ¿Quién de nosotros puede golpear en el pecho y declarar que nunca me entró el pánico en la cara de desesperación que ha sufrido un ataque del enemigo de Dios.

El miedo y el miedo es una condición más humana. Sin embargo, los hijos de Dios Todopoderoso que tenemos un Dios de vida y ya no vivo en la carne y no de acuerdo a su inclinación. Vivimos por la fe en Jesucristo, y siempre debemos confiar en él para la intercesión divina que el Señor nos libre de todo miedo, los miedos y las asechanzas del enemigo de nuestras almas.

Siguiendo esta línea de pensamiento, y el mal que nos rodean, nunca debemos miedo, el terror, la desesperación, nos postramos o paralizado e indefenso. Más bien, deberíamos más rápidamente que clamar a Dios el Padre, que, en el nombre poderoso de Jesucristo nos da su sabiduría, fuerza, poder y protección para nosotros apoyar con firmeza todo tipo de problemas que aparecen en nuestras vidas. Independientemente del lugar, las especies, el tamaño y la intensidad que pueda tener.

Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento. Proverbios 03:05
   El Señor sostiene a los que caen y levanta a todos los oprimidos. - Salmo 145:14

El caballo se alista para el día de la batalla, pero la victoria pertenece al Señor. Proverbios 21:31

Sólo podemos superar las dificultades de la vida como ponemos nuestra confianza y esperanza en las manos poderosas de Jehová de los ejércitos. Es como la Palabra de Dios dice: Podemos preparar el caballo de la mejor manera posible, pero es usted quien gana la batalla, lo que sea.

Durante la caminata con el Señor Jesucristo, no habrá muchos obstáculos y problemas que surjan en el camino de nuestra vida. Sin embargo, debemos tener claridad en nuestros corazones estas maravillosas palabras de la protección que nuestro Dios de amor nos ha enviado.





No temas, porque los que están con nosotros son más que los que están con ellos. 2 Reyes 6:16 Hijitos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. - 1 Juan 4:4



¡No temas! No tengas miedo! No se desespere! No se desanime! No te rindas! No deje! ¡Lucha! Persevera!

Claman los justos, y el Señor escucha y los libra de todas sus angustias. Salmos 34:17

Cuando él me llama yo le responderé: Yo estaré con él en la angustia, lo libraré y le glorificaré. - Salmo 91:15

De Fuerza y ​​Poder de Dios Todopoderoso, el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo de Dios siempre a tu lado en todo momento de nuestras vidas. Busquen al Señor y su fuerza y ​​poder. Abre tu corazón. Orar! Llorar! Y declarar al Señor toda su debilidad y su dependencia de él.

Dile al Señor que usted no es nada y nada de lo que pueda. Pida sabiduría. Pedir comprensión. Pido paciencia, la perseverancia en la fe y el caminar. Vacíate de todo su orgullo, auto-suficiente arrogancia para que el Señor, tan maravilloso, no para darle la unción, la sabiduría y la comprensión necesaria para que usted pueda resistir con valentía en la batalla. La confianza en el Señor Jesucristo, esperanza en Él que, a su debido tiempo le dará la liberación y la victoria sobre todos los asaltos y asechanzas del demonio.



Amen y Gracias a Dios.