Los diezmos y las ofrendas II - Mensaje del Evangelio la palabra de Dios






6 Pero yo os digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará,
7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
8 Y poderoso es Dios para hacer que abundan en toda la gracia, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todo, abundéis para toda buena obra;
9 como está escrito: Él extendió, dio a los pobres, su justicia permanece para siempre.
10 Y el que da semilla al que siembra y pan para comer, y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.
11 están enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual vuelve a nosotros en acción de gracias a Dios.
12 Porque el ministerio de este servicio no sólo suple las necesidades de los santos, pero también desborda en muchas acciones de gracias a Dios;
13 como se ve en la prueba de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;
14, mientras que, la oración para ti, mostrar el ardiente afecto que usted tiene, por la gracia de Dios, superando lo que hay en ti.
15 Gracias a Dios por su don inefable. - 2 Corintios 9: 6-15




Cuando leí la palabra de arriba sólo me recordó a dos parábolas el Señor Jesucristo había dicho. El primero es el talento de hablar de los talentos que el Señor había dado a un grupo de personas y la forma en que estas personas terminaron con lo que había entregado en sus manos. Y la segunda parábola se refirió a la. Grande y conmovedora que ofrece esta viuda pobre se llevó a cabo en el templo


La primera parábola nos enseña que debemos utilizar con los regalos de la audacia, la creatividad y la lealtad y el talento que nuestro Dios entregó en nuestras manos para que puedan dar sus frutos en el orden de 30:1, 60:1 y 100:1, tal vez. Y que realmente crecer y prosperar todo lo que nuestro Dios nos ha confiado en nuestras manos. Principalmente nuestra parte en la obra de Dios. muchos no pueden volver a Dios en la forma de trabajo directo y dedicación en el trabajo, pero puede hacerlo en forma de apoyo financiero.


Por otro lado, esta misma parábola de los talentos, podemos observar lo que sucede a los que terminan utilizando los dones y talentos con el miedo y la codicia. La palabra nos muestra que la persona que acaba actuando en el miedo y la codicia, ni siquiera lo que esa persona tiene le será quitado.
¿Qué va a ser tomado de la primera persona que se le dará una segunda persona que ya tiene el segundo lugar, porque esa persona que ya tiene, ella no tiene miedo a actuar con valentía, la fidelidad y la valentía con lo que el Señor entregó en sus manos. Es por eso que ella tiene. Es por eso que termina cada vez más.
Esta segunda persona es agradable a nuestro Dios, ya que termina produciendo muchos frutos con las semillas que el Señor puesto en sus manos. Ella no tiene miedo a sembrar. A ella le importa y nunca descuidar sus semillas. Así que acaban recogiendo los frutos de su buen trabajo.


La segunda parábola, que habla de la ofrenda de la viuda pobre. Esto demuestra lo mucho que nuestro Señor se complace en los que voluntarios con sinceridad y con gozo de corazón, incluso ofrecer a esa persona es muy pequeña.
No olvidemos que nuestro Señor dijo que le daría a cada vez más los hijos e hijas que son fiel en lo poco. La fidelidad no tiene nada que ver con el tamaño de la cuenta bancaria de cada persona, pero con amor y gratitud que cada uno lleva en su corazón.


La palabra de Dios hoy en día no está hablando sólo de la importancia y responsabilidad que tenemos como nuestros diezmos, debemos comprometernos a nuestras iglesias a ser capaz de seguir predicando el evangelio de Jesucristo, pero lo es mencionar acerca de la audacia, la creatividad, la aplicación y la perseverancia que tenemos en nuestro servicio de la obra de Dios.


En cuanto a la parte financiera, es como la palabra lo indica: cada uno debe contribuir a la obra de Dios como usted envía su corazón. En el caso de nuestro diezmo es el ideal que nuestro rendimiento es del 10% neto de lo que hemos recibido. Lamentablemente a veces no es posible porque hay hermanos que pueden estar experimentando serias dificultades financieras. En tales casos, es como la parábola dice que la oferta de la pobre viuda de la parábola demostró que incluso ella no tenía mucho dinero que terminó dando la mayor parte de su pequeño y le agradó y le tocó el corazón de nuestro Dios.


Por otro lado, hay hermanos y hermanas que, debido a la orientación y las bendiciones del Señor en sus vidas, por suerte, lograron prosperar y ganó la estabilidad financiera y muchos bienes materiales.
Para estas personas la palabra recomienda que estas personas no lo olvidemos que era el dador de la buena semilla y hacer justicia al Señor que es dueño de toda la riqueza que hay en la tierra y volver con la alegría de lo que es necesario que el Señor también puede ser conocido por aquellos que no conocen el nombre santo y bendito de nuestro Señor Jesucristo.


En resumen:


¿Quién invierte poco, y puede invertir más, y tristemente, que invierte en la obra de Dios, escasamente cosechará.
Pero el que invierte en el corazón, que invierte con alegría, el Señor se complace generosamente a esa persona y ella un terreno fértil para crecer y recibir más de Aquel que es Señor de todo el oro y la plata todos.


Amén y gracias a Dios. Estancia en la paz del Señor Jesucristo.

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