La verdadera recompensa - mensaje del Evangelio la palabra de Dios




19 Si solamente para esta vida esperamos en Cristo, somos de todos los hombres más dignos de lástima. - 1 Corintios 15:19


La palabra de Dios revelada a nosotros por el Apóstol San Pablo hace una enseñanza muy interesante. Ella nos está diciendo que si alguno de nosotros espera recibir de Dios o del Señor Jesús tienen algo o premiar sólo aquí en este mundo los hombres y mujeres que piensan así son los más dignos de lástima, la piedad, la compasión, porque nuestro La fe es totalmente inútil. Estamos cultivando una fe que no tienen ningún uso para lo que muere toda nuestra fe y esperanza morirá con nosotros. Eso es lo que la palabra de Dios nos está enseñando.


Esa palabra puede parecer obvio, pero nuestra comprensión y nuestro entendimiento humano están dispuestos a ir sobre ella e insistir en que en nuestros corazones que lo que esperamos de Dios el Padre, el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo de Dios es que Trinidad siempre nos dan una salud maravillosa, una familia muy feliz y bendita, muchos bienes materiales y una gran prosperidad. Está claro que el Señor le da todo a los que siguen. Cuando estamos junto a él en todo lo que se da por añadidura. Se da como un pequeño regalo, porque el Señor sabe muy bien lo importante que es para una vida abundante aquí en este mundo.


La Palabra nos guía para no poner nuestra fe y nuestra única esperanza en las cosas terrenales. No sé los pensamientos que nuestro Todopoderoso Dios tiene para nuestras vidas. Él es el único que lo sabe todo y todo el mundo. Si nos fijamos mejor, podemos ver que esto es exactamente lo que pasó en la vida de Job


Job era un hombre bendecido. Todos ya sabemos su historia y todos sabemos también que tenía muchas posesiones, propiedades y una familia muy bendecida. Ahora! Que todo lo que tenía en un día. Al día siguiente ya no tenía nada de eso.


Aunque Job perdió todo: bienes, dinero, animales domésticos, la familia y la salud en sí. Él no ha perdido lo que estaba almacenado en su corazón: la fe en Dios. No estamos hablando de la fe que tenía en la propiedad. No es la fe que él había colocado a los niños o de su esposa, no la fe que tenía en los negocios y en sus esfuerzos, no la fe que él había colocado en la salud de su cuerpo, pero tenía fe en Dios. Fue esta fe, la fe verdadera que, incluso en medio de duras pruebas y dificultades que quedan en su corazón la certeza de que, al igual que todo lo que el Señor estaba a su lado. Esto es un misterio gigante. Esto es tan maravilloso que sólo podemos tener acceso, a pesar de que sólo podemos comprender una pequeña parte, justo por la fe en Dios. Así que la Palabra de Dios nos guía que sin fe es imposible agradar a Dios.


No queremos perder nuestra propiedad. No queremos perder a nuestros seres queridos. No queremos perder a nuestra familia. No queremos perder nuestra salud. Pero, por desgracia, no por la voluntad de Dios, sino porque vivimos en un mundo donde, por desgracia, todo lo que vemos y lo que tenemos es fugaz. Así que, por desgracia, nos arriesgamos a perder un día nuestras posesiones, nuestras familias, nuestros hijos, nuestra esposa, nuestro marido, nuestra salud ... Y otras cosas.


Es precisamente esto lo que nuestro Dios nos quiere advertir: no debería haber apoyado la fe en lo que es transitorio, porque si lo hacemos así, inevitablemente, se corre el riesgo de quedarse sin nada cuando se está pasando.


Mientras caminamos con Dios, el Señor Jesucristo y el Espíritu Santo de Dios en este mundo, por supuesto, vamos a cosechar grandes cosas tener esta relación maravillosa.
Sin embargo, debido a que el mayor de los beneficios que podemos aspirar a lograr aquí, nuestra verdadera recompensa es sólo nuestra relación eterna con nuestro Señor Jesucristo.


Oremos:


Padre en el nombre del Señor Jesús, envía mi vida por tu Espíritu Santo para que definitivamente me enseñó a cultivar la verdadera fe en la Trinidad, por lo que no voy a mantener una relación débil con Dios, buscando estar al lado de él sólo para adquirir riqueza, la salud o el bienestar de mi familia y yo.


Amén y gracias a Dios. Estancia en la paz del Señor Jesucristo.

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